En el mejor de los casos, tocará ir a por la otra llave, que supongo, nadie guardará en el coche o llevará junto a la primera. A mí me pasó con un coche hace años, cuando se podía salir del coche dejando echado el seguro. Y justo cuando cerré la puerta me dí cuenta de que la llave estaba en el interior. Me tocó decidir entre ir a casa en transporte público para coger la segunda llave, perdiendo una hora de ida y otra de vuelta, o romper uno de los cristales, y abrir el coche a mano. Finalmente opté por la primera opción, ya que el tiempo y coste del desplazamiento era mucho menor que el de tener que llevarlo al taller para reponer el cristal roto. Cuando no se tiene cabeza toca '
usar las piernas'.